¿Dónde están tus dioses que hiciste para ti? Levántense ellos, a ver si te podrán librar en el tiempo de tu aflicción.
Jeremías 2:28
Jeremías 2:28
Mas vosotros me habéis dejado, y habéis servido a dioses ajenos.
Jueces 10:13
Jueces 10:13
Petición de auxilio
En noticias referentes a una inundación, un incendio o cualquier otra catástrofe, a menudo se lee de algunas personas que viven sin Dios, que repentinamente cuando se hallan frente al peligro, lo llaman para pedir socorro. Estas personas actúan como si el Todopoderoso sólo existiera para protegerlas durante un desastre y para ayudarles en caso de emergencia.Dios se sirve de las circunstancias adversas para mostrarnos cuán desamparados estamos sin él. Podría formularnos la misma pregunta que hizo Jeremías antaño y desafiarnos, diciendo: ¿Por qué me llaman ahora? ¿Por qué no buscan a los dioses a quienes normalmente sirven: el «yo», el dinero, su supuesto poder y grandeza…? ¡Busquen ayuda donde está su acostumbrado interés!Mas Dios no obra así. Con los versículos del encabezamiento sólo quiere que seamos conscientes de lo absurdo y paradójico que es vivir sin Dios y pedir su ayuda sin una efectiva y sincera fe en él. En esos momentos de dificultades a veces no hay tiempo para una verdadera conversión.Dios sigue siendo el mismo. Él dijo: “¿Quiero yo la muerte del impío?… ¿Si se apartare de sus caminos?” vivirá (Ezequiel 18:23). Cada uno de nosotros debe experimentar esa conversión, a fin de asegurarse desde este mundo la felicidad del alma y la vida eterna para el más allá, mientras aún es tiempo.
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